El miedo es esa sensación que nos atormenta, nos perturba, nos decae, nos hace sentir
como la vida se tambalea, es esa sensación de pánico que nos paraliza,
por eso hay que aprender a que ese miedo nos abandone, por que si tropezamos tenemos
la gran oportunidad de levantarnos y poder empezar.
Nunca hay que rendirse, quien dijo que todo es fácil en la vida, si fuera así nada tendría valor,
lo verdaderamente bueno tiene un coste, un esfuerzo, es entonces cuando valoras aquello que conseguiste o posees.
La vida se trata de eso, de una lucha constante con la cual cuando conseguimos lo que anhelamos nos reconforta
al alcanzarlo, y nos sentimos plenos, al igual que los problemas no debemos de olvidar
de que siempre hay una salida, lo que sucede es que en multitud de ocasiones es como si nos pusiéramos
unas gafas de sol muy grande y oscura, ¿a que no veríamos nada?, pero cuando empezamos a despegar poco a poco
esas gafas de sol empezamos a visualizar todo más claro, con más luz, mucho más nítido.
Así es el miedo, lo que nos impide ver, por eso cuando poco a poco nos vamos dando cuenta
de que esa sensación nos abandona, cuando vamos quitándonos lo que nos enturbia la visión,
vemos como avanzamos, ese avance el que nos hace recuperar nuevamente la ilusión, la misma
que nos conduce a sentirnos mejor con nosotros mismos y a sentir una esperanza nueva,
abriéndose un abanico de posibilidades que creíamos perdidas.
Por tanto cuando lo abrimos, sentimos esa bocanada de aire fresco que tanto necesitábamos
y nos impulsa a seguir con empuje y emoción. Ese día es el inicio de un nuevo despertar en nuestras vidas
hacia la felicidad o ese éxito tan soñado. "No dejes que tus miedos te impidan avanzar."
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